Nabucodonosor II

Nombre que el Antiguo Testamento da al que fue rey de Babilonia desde 605 hasta 562 a.C. Es Nabucodonosor II y no debe confundírsele con Nabucodonosor I, quien fue rey de la cuarta dinastía babilónica y gobernó en esa ciudad en el siglo XII.

El padre de Nabucodonosor, Nabopolasar, fue el primer rey del Imperio Beobabilonico o Caldeo. Aun antes de ascender al trono, Nabucodonosor se distinguió por su actividad militar. Poco antes de morir su padre, Nabucodonosor marcho a la cabeza de un ejército para enfrentarse a las tropas de Necao, rey de Egipto. Josías, rey de Judá, fiel a su alianza con Babilonia, se apuso a Necoa en Meguido, y murió a consecuencia de las heridas recibidas. Le sucedió su hijo Joacaz. Sin embargo, Necoa no acepto esta sucesión y coloco en su lugar a Joacim, otro hijo de Josías y hermano de Joacaz. A este último lo llevaron cautivo a Egipto (2R 23:28-35; 2Cr.35:20-36:4). Mas las victorias de Necao fueron efímeras, pues Nabucodonosor le derroto en Carquemis (605 a.C.). Joacim y su reino quedaron sujetos al Imperio Babilonio.

Las noticias de la muerte del rey Nabopolasar obligaron a Nabucodonosor a regresar a Babilonia. Sin embargo, después de algunos años Joacim, alentado por el aparente resurgimiento de la potencia de Egipto, se rebeló contra Nabucodonosor, y este envió sus tropas para que para que atacasen a Judá. Joacim murió en la campaña y le sucedió su hijo Joaquin. Cuando os babilonios tenia situada Jerusalén, el propio Nabucodonosor vino a dirigir la campaña. En el año 597 Jerusalén cayo, y Nabucodonor se apodero de los tesoros del templo y del palacio. Además, a babilonia llevaron en calidad de prisioneros al rey Joaquín, sus familiares y algunos personajes del reino. Junto con ellos, Nabucodonosor llevo consigo varios millares de obreros y soldados que desde entonces habrían de servirle. En lugar de Joaquín, Nabucodonosor coloco sobre el trono de Jerusalén a Sedequías tío de Joaquín (2R.24:1-7; 2Cr.36:5-10). Resulta difícil conpaginar los detalles de estas dos narraciones, y por ello hemos seguido aquí la primera de ellas. Se han encontrado textos babilónicos en los que se habla del rey Joaquín, que vivía en cautiverio en esa ciudad.

El nuevo rey, Sedequías, a pesar de ser criatura de Nabucodonosor, no tardo en rebelarse en su contra. Fue entonces cuando Nabucodonosor “vino con todo su ejército a Jerusalén, y la sitio, y levanto torres contra ella alrededor” (2R.25:1). Tras un periodo de sitio, el rey y su ejército huyeron de la ciudad, pero los caldeos dieron con ello, dispersaron al ejército Judío y capturaron a Sedequías. A esto lo llevaron frente a Nabucodonosor. Ahí degollaron a sus hijos en presencia suya, y a él le sacaron los ojos, después de los cual lo llevaron cautivo a Babilonia.

La ciudad de Jerusalén fue destruida. Todos los principales edificios fueron incendiados, y los caldeos echaron abajo las murallas de la ciudad. Dejando solo a los labradores para que trabajaran en la tierra, Nabuzaradán, capitán de la guardia de Nabucodonosor, llevó cautivos a Babilonia al resto de la población. Junto con este gran número de esclavos, los caldeos llevaron consigo todo cuanto pudieron tomar del templo y los palacios de Jerusalén (2 R 24.18-25.21; 2 Cr 36.11-21). Fue durante esta época, y en torno a estos acontecimientos, que profetizó Jeremías y a causa de ello se le acusó de traición. Debido a estos aciagos acontecimientos de la caída y destrucción de Jerusalén y del cautiverio del pueblo, el año 587 a.C. es de importancia capital para la historia de Israel.

Aparte de las campañas mencionadas, algunos textos babilónicos describen muchas otras que Nabucodonosor dirigió. Entre sus aliados se contaban los Medos, que en tiempos de Belsasar contribuirían a poner fin al Imperio Neobabilónico. Además, durante el reinado de Nabucodonosor se erigieron en Babilonia algunas de sus más grandes obras arquitectónicas, construidas en gran parte con materiales y artesanos procedentes de tierras conquistadas, como los judíos. Entre estas obras se destacaban los "jardines colgantes de Babilonia", de los cuales hoy solo quedan algunos rastros difícilmente reconocibles.

Según Daniel 4, Nabucodonosor pasó por un período de locura, tras el que una vez restablecido alabó a Dios como Rey y Señor. Los textos babilónicos y el resto de la literatura veterotestamentaria, nada dicen al respecto.

El período de más de medio siglo durante el que Nabucodonosor reinó en Babilonia fue la época de oro del Imperio Caldeo. En tiempo de su hijo Evil-Merodac comenzó la decadencia, que culminaría poco después con la caída de Babilonia mientras Belsasar celebraba su famoso banquete. 

Extraido de: "Dioccionario Ilustrado del Biblia". Wilton M. Nelson, Grupo Nelson 2013.